sábado, 30 de octubre de 2010

LA ORACIÓN

La oración
La oración es una unidad de sentido que tiene autonomía sintáctica y requiere sentido semántico. Se caracteriza porque en el lenguaje oral su límite lo marca el descenso de voz y en el escrito la presencia del punto.
Clases de oraciones
1)Por la acción del habla





2) Por partición de hablantes

a) Oración unimembre
El verbo no admite sujeto:
a. Indican fenómenos atmosféricos: llueve, truena...
b. Verbos: ser, hacer, haber en tercera persona del singular:
Hace frío. Es de noche. Hubo inundaciones.
c. Construcciones: Una casita de madera.

b) Oraciones bimembres

Se separan sujeto y predicado:
____P__ ___S____
Llegaron los invitados
____P_____S_______P_________
Llegaron los invitados sorpresivamente
___S________P___
Los invitados llegaron
El sujeto puede aparecer al comienzo, al final de la oración o intercalado en ella.

EL núcleo del sujeto es siempre un sustantivo

_______S_____________P_____
Los alumnos traviesos descansan ahora.
md n m.d
Los modificadores directos son siempre el adjetivo y el artículo

El artículo es una clase de adjetivo.
______S______________________P______
El anciano de cabello cano camina muy rápido
md n mi.

El modificador indirecto: está conectado con sus núcleos mediante partículas llamadas preposiciones.

Las preposiciones

a - ante - bajo - con - contra - de - desde - en - entre -
hacia - hasta - para - por - según - sin - sobre - tras.

a. El gato con manchas.
b. El saco sin mangas.
c. La hermana de Patricia.
d. El cuaderno sobre la mesa.
e. La tijera bajo el escritorio.

Artículo

Análisis sintáctico:
Modifica al sustantivo.


Análisis semántico:

Desprovisto de significado


Clasificación
Determinantes: el-la-los-las
Indeterminantes : un-una-unos-unas


Análisis morfológico :

La aposición: es un sustantivo o construcción con núcleo sustantivo
______S____________P____
Mi amigo, Tomás, llegó ayer
n n aposición

Construcción comparativa por lo general se construye con el nexo como

_________S________________ ______P___
Su rostro iluminado como una luna es bello.
md n md construcción comparativa

Cuadro de la estructura del sujeto

Funciones


Clases de sujeto

Sujeto expreso
____________S.E.S_________P_______
Los últimos días de invierno son melancólicos.
m.d md n mi

Sujeto tácito
________P_________
Son melancólicos
( Se ha omitido el sujeto)

Sujetos simple y compuesto
______P______________S.E.S_____
Son melancólicos los días de invierno
n
(Sólo hay un núcleo en el sujeto)

________P______________S.E.C_________
Son melancólicos los días y las noches de invierno.
n n
(El sujeto compuesto posee dos o más núcleos)

El predicado verbal

El verbo y sus modificadores



El objeto directo
_________S.E.S_________P.V.S____
La abuela de Luis tejió una bufanda.
od
1.Puede ser reemplazado por lo - la - los - las.
La abuela de Luis la tejió.
od
2.La oración en voz activa puede ser llevada a voz pasiva
__S.E.S________P.V.S_______
Una bufanda fue tejida por la abuela de Luis
complemento agente

El objeto directo se reconoce porque se convierte en sujeto de la voz pasiva y es reemplazado
por las formas pronominales: lo - la - los - las .

EL objeto indirecto
El objeto indirecto se diferencia del objeto directo porque al pasar la oración de voz activa a la voz pasiva no cambia y es reemplazable por le - les.

La abuela tejió una bufanda a Matías
Una bufanda fue tejida por la abuela a Matías
La abuela le tejió una bufanda

El circunstancial
La abuela tejió ayer una bufanda para Filiberto
Ayer es un circunstancial. No podemos reemplazarlo por lo - la - los -las - le - les, ni cambia de función en la voz pasiva.

Circunstanciales


El predicativo
Su cabello era canoso
El predicativo se refiere al núcleo del sujeto y al núcleo del predicado

___S.E.S______P.V.S__
La tarde era agradable
md n n md
predicativo obligatorio

____S.E.S_________P.V.S_____
Aquella mujer es la maestra
.md n n md n
predicativo obligatorio

El predicativo puede ser un adjetivo o un sustantivo
El predicativo con verbo copulativo y no copulativo
Su cabello era negro
Su cabello era......

El predicado necesita de la presencia del predicativo porque el verbo es copulativo.
Lo mismo ocurre con otros verbos como estar,parecer,semejar,resultar que pueden funcionar
como copulativos.

Anacleta está triste.
Sus dientes parecen marfil.
La prueba salió un éxito.

Se llaman verbos copulativos los que necesitan de un predicativo. El predicativo es, pues, obligatorio.

____S.E.S________P.V.S_______________
El hombre caminó tranquilo
md n n predicativo no obligatorio

El hombre caminó
El verbo no necesita el predicativo. Es un verbo no copulativo.

El predicado verbal simple y compuesto

El predicado es simple cuando tiene un núcleo y compuesto cuando tiene más dos o más núcleos.
La chef preparó el almuerzo
La chef preparó el almuerzo y salió pausadamente.

Predicado no verbal

Predicado nominal su núcleo es un adjetivo o sustantivo

El verbo copulativo es reemplazado por una coma

__P.Nominal_______S.E.S____________
Ágiles y fuertes, las piernas del atleta
___S.E.S______P.Nominal___
La cantuta, la flor nacional

Predicado adverbial su núcleo es un adverbio o una construcción adverbial

__P.Adverbial_______S.E.S________________
En los cerros, los restos del avión caído
____S.E.S____P.Adverbial________
La cabaña, allí.

El sintagma
El sintagma es una unidad de función gramatical. Puede ser una o varias palabras que cumple un papel unitario en la oración. Hay tantos sintagmas como clases de palabras autónomas.
Clases
Por su núcleo distinguimos sintagmas nominales (SN); sintagmas adjetivos (SAdj), sintagmas adverbiales (SAdv) y sintagmas verbales (SV), que están constituidos por sustantivos, adjetivos, adverbios y verbos respectivamente funcionando como núcleos (N) del sintagma.

Estructura del sintagma

El sintagma nominal (SN) forma parte de una unidad mayor; pero también está constituido por unidades menores. Algunos constan de un solo elemento, aunque frecuentemente poseen varios. Además del núcleo, que aparece siempre, en él puede haber determinantes (Det) y adyacentes (Ady); en la siguiente ilustración se muestra su estructura:





El núcleo es imprescindible. La posición de los elementos en el SN no es fija: los determinantes suelen ir delante del núcleo, pero también pueden aparecer pospuestos; los adyacentes siguen normalmente al núcleo, aunque también pueden anteponerse: los coches grandes (Det + N + Ady), querido amigo mío (Ady + N + Det).
La estructura del sintagma nominal puede ser muy simple, y estar compuesto sólo de un núcleo (Ana paseaba con su novio por el malecón), o muy compleja y constar de varios determinantes y adyacentes además del núcleo (Todas las otras amigas tuyas que estaban contigo eran horribles).
La función de determinante puede ser realizada por el artículo, los indefinidos, los demostrativos, los posesivos, los numerales, los interrogativos y exclamativos, y el relativo cuyo. El núcleo puede estar acompañado como máximo por cuatro determinantes. Lo frecuente es que no aparezca ninguno o que lo preceda uno solo.

La función del núcleo tiene necesariamente que ser desempeñada por un sustantivo o pronombre sustantivo. Pero hay muchas clases de palabras que sin ser sustantivos de lengua (que están en el diccionario como sustantivos), pueden actuar como sustantivos de discurso y, por tanto, desempeñar la función de núcleo del SN: las palabras sustantivadas. Cualquier palabra (adjetivo, verbo, conjunción, etc.) puede sustantivarse:

¿Te gustan más las rubias o las morenas?
Me firmaron un pagaré de mil soles
En el Consejo Estudiantil le pusieron muchos peros
El equivocarse
es de humanos.

También las proposiciones subordinadas sustantivas funcionan como si fueran sustantivos de lengua y, por tanto, pueden desempeñar las funciones propias de esta categoría:

Es improbable que Eustaquia se case este año.

La función de adyacente (Ady) es la propia del adjetivo y, por tanto, del sintagma adjetival. Pero otras formas pueden desempeñar esa misma función: SN en aposición, SN con preposición (complemento del nombre), sintagma adverbial con preposición, proposición de participio y proposición de relativo. Se piensa incluso que, por el hecho de complementar al núcleo de un sintagma nominal, cualquier forma se convierte en adjetivo, es decir, se adjetiva. Veamos ejemplos de las siete estructuras que funcionan como Ady:

Anacleta se ha comprado un vestido verde oliva.
Tiburcio es un magnífico Jefe de Estudios, aunque me haya dado la guardia a primera hora.
El canasto que te compraste en el mercadillo es feo.
Los hombres de entonces eran muy machistas.
La información dada al periódico resultó ser falsa.
Tiene más frío que una veterana cogiendo rábanos.
Funciones del SN

Aunque su función primordial es representar al sujeto explícito de la oración (SN S), el SN puede desarrollar otras muchas, sea precedido de preposición (con función de enlace) o sin ella. En la ilustración se muestran todas las funciones posibles del SN.





Ejemplos de sintagmas nominales sin enlace en sus diversas funciones son los seis siguientes.

El concesionario de la universidad se llena en los recreos (S).
Ruperto tiene un golondrino molestísimo (CD).
Federica es una profesora extraordinaria (Atr).
Anastasio, regidor municipal, se casará cuando le dé la “real” gana (Ady-aposición).
Colegas, si permanecemos unidos, no podrán con nosotros (Voc).
Esta mañana me he levantado a las cinco y media (CC).

Con enlace, como puede verse en la ilustración anterior, el SN puede desempeñar ocho funciones más:

El novio de Anacleta es feísimo (Ady).
Aquella es una mujer rabiosa (CAdj).
Federico mora cerca del Instituto (CAdv).
Muchos odian a sus profesores (CD).
¿Le diste los soles al Director? (CI).
En esta clase pasan cosas especiales (CC).
Asunta no cree en las promesas de su padre (Supl).
El pacto de Caballeros fue firmado sólo por los partidos democráticos (CAg).

El SN en función de sujeto

El sujeto, siguiendo una orientación funcionalista, es aquel sintagma cuyo núcleo determina el número y persona del núcleo del predicado, es decir que el núcleo del sujeto y el núcleo del predicado deben coincidir en número y persona. Por tanto, bastará con cambiar el número del verbo para comprobar que el elemento que necesariamente hay que alterar es el núcleo del sujeto. El sintagma sujeto no admite preposición antepuesta. Las formas entre y hasta aparecen en ciertos casos encabezando el sintagma sujeto, porque no funcionan como preposiciones:


Entre Aparicia y Mamerta terminaron el trabajo (refuerzo de la conjunción copulativa).
Hasta el Director oyó los insultos (unidad adverbial equivalente a incluso).

Son unidades de valor adverbial enfático: obsérvese que pueden sustituirse por cero sin que se altere el significado en lo esencial.
Sujeto y agente no son equivalentes: el agente es (concepto semántico) el elemento que funciona como actor de la acción verbal, el sujeto (concepto morfosintáctico) es aquél cuyo núcleo concuerda con el núcleo del predicado (J. M. GONZÁLEZ CALVO, 1995, 28). Así en El fuego se extinguió rápidamente, el elemento subrayado desempeña la función de sujeto, pero no es el agente de la oración.

El sujeto comporta dos rasgos: impone la concordancia con el verbo en número y persona, y carece de preposición antepuesta, pero circunstancias sintácticas, semánticas o pragmáticas pueden alterar esas dos características.
Problemas en la concordancia de persona
Las circunstancias semánticas y pragmáticas de la comunicación provocan ciertos problemas de concordancia de persona: El pronombre de tratamiento de segunda persona usted / ustedes concierta en tercera persona.

Usted es el responsable del accidente.

Cuando la primera o segunda personas quedan implicadas por el sustantivo en función de sujeto (que normalmente concertaría en tercera) el verbo suele ir en la persona más próxima al hablante:

Los atletas somos muy disciplinados
Los futbolistas sois muy vagos.

Problemas en la concordancia de número. Concordancia ad sensum

En muchas ocasiones, y no sólo en español coloquial o vulgar, se producen vacilaciones en la concordancia de número debidas a factores morfosintácticos, semánticos o pragmáticos (J. M. GONZÁLEZ CALVO, 1995, 28).
Un tipo de concordancia ad sensum (por el sentido, por el significado y no por la forma) se da con sujetos colectivos en singular: gente, ejército, claustro, comité, consejo, equipo...

Mucha gente que va a los conciertos de los cantantes los admiran hasta límites insospechados.
La concordancia ad sensum es todavía más frecuente cuando el núcleo del sintagma sujeto tiene un adyacente en plural:
En el Consejo de Facultad decidieron permitir la salida de los alumnos de Bachillerato a los colegios.

Un caso especial se produce cuando se otorga valor de conjunción a ciertas preposiciones:

El tutor con sus alumnos tendrán que solucionar estos problemas.

Otro tipo de disfunción en la concordancia de número se produce cuando dos sintagmas nominales coordinados entre sí desempeñan la función de sujeto y van pospuestos.

Cuando más ruido había apareció el Director y el Jefe de Estudios.
No me gustaba ni su actitud ni su cara.
¿Te tira los tejos Mamerto o Telésforo?

Cuando la función de sujeto es desempeñada por dos infinitivos o dos proposiciones sustantivas coordinadas, el verbo siempre concierta en singular:

El comer y el rascar es hasta empezar.
Que te quedes o que te vayas no tiene importancia realmente.

Ciertas subclases de oraciones atributivas presentan problemas de concordancia especiales:
Lo importante para mí es sus depresiones.
Sangre, sudor y lágrimas es lo que te espera en junio.

En su lugar correspondiente se estudiarán otros casos de discordancias como:
*Se vende pisos
*A tus amigos es a los que vimos en el bulevar.
*Habían allí más de cien policías.
*Hoy hacen diez años de su boda.

viernes, 8 de octubre de 2010

LÉXICO

LÉXICO
1.- El léxico
2.- El léxico académico
3.- Clasificación de las palabras
4.- Monotonía y pobreza lexical
EL LÉXICO
El término léxico es amplio. Puede ser interpretado desde el punto de vista gramatical como vocabulario, palabra o palabras, diccionario o archivo lingüístico mental (que atañe a cada individuo hablante y no hablante).
Para la Real Academia Española (RAE), el término léxico es un adjetivo que tiene diversas acepciones:

a) Relativo al léxico o vocabulario: riqueza léxica de un escritor; se propuso realizar un estudio léxico del español de América; encontraron algunas diferencias léxicas entre los dos textos.
— s. m.
b) Conjunto de las palabras de una lengua: el léxico del español es muy abundante; aunque sé mucha gramática, debo mejorar en el léxico para dominar el inglés. Vocabulario.
c) Conjunto de palabras y expresiones propias de una región, de una actividad, de un periodo determinado, o de una persona, en especial un autor: el léxico de Quevedo es muy culto; quiere estudiar el léxico de Toledo; el léxico de la medicina tiene muchos cultismos y tecnicismos. Vocabulario.
d) Antiguamente, diccionario de la lengua griega.
e) culto Diccionario. Lexicón.

Gramaticalmente se le considera como el conjunto de voces o vocablos de un idioma o lengua. Pero éste no es fijo ni invariable, lo cual es lógico, ya que se evoluciona o transforma en la línea que la sociedad cambia.
Por ejemplo, con los nuevos avances tecnológicos, la aparición de objetos que necesitan ser nombrados, la evolución de la sociedad...todo ello ha facilitado la creación de nuevos términos e incluso hacen que cambie la forma o el significado de una palabra ya existente. Heredado: palabras patrimoniales, cultismos y semicultismos.
Para el caso del castellano o español, el léxico de nuestra lengua es variado. Está formado por palabras de distinta procedencia, por préstamos de otras lenguas o por términos creados a partir de los procedimientos de formación. Así tenemos:
a) Palabras patrimoniales. Son las que proceden del latín pero se han ido introduciendo en distintos momentos en la historia sin experimentar apenas cambios fonéticos e incluso semánticos. Ej.: germanus>hermano, oculum >ojo.
b) Cultismos. Son palabras procedentes del latín que se han ido introduciendo en distintos momentos, bien por pertenecer a determinados ámbitos -jurídico, eclesiástico, etc.- bien porque entraron tardíamente y no experimentaron cambios conservando su forma latina o una muy parecida: spiritum>espiritu, humerus>humero.
En ocasiones encontramos dobletes. Un mismo término ha dado lugar a un término patrimonial y un cultismo: cátedra y cadera provienen de Cathedram.
A la vez, hay semicultismos que debido a su tardía introducción en nuestro idioma no han evolucionado completamente - es decir- no han llegado a ser palabras patrimoniales: Speculum>espeglo>espejo.
EL LÉXICO ACADÉMICO
Ahora, cuando nos referimos al léxico académico, éste se caracteriza por ser producto de un trabajo exhaustivo de investigación y confrontación de fuentes; por ello, no se debe incorporar información que no sea extraída de estudios o investigaciones serias. Otra característica, es exponer o enunciar una idea adecuadamente fundamentada o justificada. Pero es importante que se explicite el propósito que se persigue con este lenguaje.
Entre los errores más frecuentes en el aspecto de su contenido, se encuentran los siguientes: la desviación del tema o tópico tratado, la redundancia o repetición innecesaria de la información, la falta de consistencia o de fundamentación de la información, y la incongruencia temática o contradicción entre ideas.
Estructura
Al léxico académico también lo denominamos texto académico, caracterizado por la organización de ideas basada en las leyes de la lógica y el raciocinio; por esta razón, por más sólida e importante que sea una información, si esta no es presentada de modo coherente, pierde de modo considerable su valor y eficacia. Por ello, las ideas deben presentarse de modo tal que evidencien un hilo conductor. Para lograr este objetivo, es necesario que siempre se diseñe antes la secuencia en que aparecerán las ideas del texto. No hay que olvidar que es preciso disponer la información organizada en unidades temáticas claramente diferenciadas; esto es, en párrafos. Esto último, precisamente, conforma uno de los principales errores que se presenta en la elaboración de textos con relación a su estructuración.
La expresión académica
El léxico académico se caracteriza por revelar un gran cuidado en la presentación de las ideas, tanto en los aspectos de formato cuanto en el estilo del discurso elegido. Por eso, se debe evitar errores de este tipo como: escribir sin distribuir simétricamente la información en la página; no tener en cuenta la caligrafía o la tipografía; no respetar los márgenes, las sangrías o los subrayados; hacer borrones o tachones; emplear abreviaturas informales, entre otros.
Se debe tener cuidado en la elección del estilo o nivel de lengua característico del mundo académico (estilo objetivo, serio, técnico, científico, etc.) y no se debe escribe en forma coloquial, subjetiva o informal. Entre los errores más frecuentes, están el uso de la segunda persona ("tuteo"), el uso de calificativos que expresan emotividad, el empleo de un léxico impreciso, coloquial, informal o impropio, el descuido en el empleo variado de referentes y conectores, etc.
La normativa española
El léxico académico, por su naturaleza convencional o formal, tiene como característica guiarse por las normas vigentes del idioma en el que se escribe: reglas de puntuación, reglas gramaticales, reglas ortográficas, etc. Debe tomarse en cuenta al intentar escribir un texto de este tipo, pues no se debe considerar solamente el contenido corno lo único importante, y olvidar o no ser conscientes de las exigencias en cuanto al manejo de "formas" que son propias del estilo académico.




MONOTONÍA Y POBREZA LEXICAL

Entre los aspectos de la monotonía del habla, que son las transgresiones al habla, existen 5 tipos: cacofonía, monotonía, ambigüedad, barbarismos y solecismos.

a. Cacofonía: se presenta tanto en el lenguaje oral como escrito, consiste en repetir silabas o sonidos, quedando éstos muy próximos. Son además sonidos poco gratos al oído.
Ej: atroz zozobra.
b. Monotonía: utilización de un mismo vocablo para referirse a distintas situaciones, debido a la pobreza del vocabulario. Se clasifican en:
monotonía de estilo: sin mucha variedad léxica, la expresión pierde propiedad y precisión.
ej: la señora hizo un vestido.
monotonía de léxico: corresponde al uso de palabras sin finalidad clara o necesaria "muletillas"
ej: te fijas, que me miro, te fijas...
c. Ambigüedad: oscuridad en la expresión, que no se entiende, puede además, haber más de una interpretación.
ej: cuna para niños de fierro.
también: asimismo, así mismo, a sí mismo//por qué, porque, porqué, por que//si no, sino.
1) omisión del sujeto oracional: no vino hoy.(quien?)
2) mal uso del adj. "su": conversaron de su problema.
c. Barbarismos: uso de vocablos impropios por v. causas.
1) barbarismo ortográfico: provocado por el mal uso de letras y/o acento. ej: beterraga//betarraga.
2) barbarismo morfológico: alteración en las palabras.
ej: hubieron//hubo.
3) barbarismo sintáctico: incorrección en la oración por reiteración o empleo de palabras innecesarias.
4) barbarismo léxico: utilizar palabras impropias, obsoletas e innecesarias.
a. neologismo: palabras o voces nuevas innecesarias que tienen otras equivalentes.
b. arcaísmos: palabras antiguas, en desuso.
c. extranjerismos: uso de términos foráneos. Se usa por moda, desconocimiento o pedantería.
5) barbarismo fonético: atentar contra la mala pronunciación. La alteración de letras en una palabra.
d. Solecismos: faltar a las reglas sintácticas y a la concordancia.
e. Transgresiones semánticas: emplear una palabra con significado indebido.

Pobreza léxica
 Uno de los defectos más frecuente es el de repetir las mismas palabras o expresiones, debido, sin duda, a un acervo léxico limitado. Veamos el ejemplo siguiente: " Me gustó mucho el pueblo; pero lo que más me gustó del pueblo fue la plaza porticada. Sin embargo, a mis padres les gustó más la torre de la iglesia del pueblo." Este texto podría haber sido redactado así: " Me gustó mucho el pueblo; pero lo que más me impresionó fue su plaza porticada. Mis padres, sin embargo, quedaron prendados de la torre de la iglesia."
 La repetición de verbos excesivamente polisémicos como "hacer", "haber", "tener", "ser", etc., o de sustantivos como "cosa", "cuestión"... es clara muestra de pobreza léxica y estilo poco elegante. Se trata de conseguir más variedad léxica y mayor riqueza de matices semánticos, empleando otras palabras más exactas y precisas.

SINÓNIMOS

SINÓNIMOS
¿Qué es la sinonimia? ¿Qué es un sinónimo?
Es una relación semántica de identidad o semejanza de significados entre determinadas palabras (llamadas sinónimos) u oraciones. Por tanto, sinónimos son palabras que tienen un significado similar o idéntico entre sí, y pertenecen a la misma categoría gramatical. Por ejemplo, sinónimos de desastre son calamidad, devastación, ruina, catástrofe y cataclismo.
La sinonimia estricta es muy rara en las lenguas, y suele darse por la existencia de formas dialectales coexistentes, o en formas léxicas del mismo significado pero usadas en contextos diferentes. La sinonimia parcial es mucho más frecuente.
Para Emma Martinell Gifre hay sinónimos totales cuando dos o más elementos coinciden en su significado conceptual o cognoscitivo y en los significados; como consecuencia de lo anterior, son intercambiables en todos los contextos, es decir, tienen idéntica distribución. Los sinónimos parciales se caracterizan por conservar rasgos connotativos propios, de carácter poco preciso, cambiantes y subjetivos. En el ámbito de los referentes concretos quizá sea igual usar encendedor o mechero, pero ya no lo es hablar de pastilla o cápsula (lo designado no tiene la misma forma). Tampoco da lo mismo emplear suerte que chiripa, estante que anaquel.
En un ámbito conceptual, suceso y evento difieren en sus condiciones de uso, como tartamudear difiere de encasquillarse.
En toda lengua, la distribución geográfica, la estratificación socio-cultural, la gama de situaciones comunicativas, y la identidad de los hablantes comportan unas "variedades" que se corresponden con una variedad de "normas". Con todo, los hablantes tienen como punto de referencia un nivel estándar, dotado de prestigio, que ejerce una función cohesionadora. Ese nivel, aunque inconcreto, es el primero al que debería acceder el extranjero.
Es asimismo característico del planteamiento de la sinonimia reducir su campo de aplicación a la palabra aislada. En cambio, los filósofos del lenguaje entienden la sinonimia como equivalencia lógica entre dos frases (X es sinónimo de Y si X e Y tienen el mismo valor de verdad: "soy zurdo" y "uso la mano izquierda para lo que, en general, se usa la mano derecha"). Sigue siendo el significado conceptual el que está en juego ¿Deben considerarse sinónimas dos expresiones que refieran a una misma realidad extralingüística, aunque difieran en sentido? En tal caso, león y rey de la selva son sinónimos. En consecuencia, siguiendo el mismo hilo de razonamiento, lo son Fleming y el descubridor de la penicilina: un nombre propio y la descripción que se hace para identificar a la persona nombrada. ¿Y por qué no lo serán cualquier palabra entrada en el diccionario y su definición? La respuesta es inmediata: ya no cabe hablar de sustitución en diferentes contextos de habla.
W.P. Alston dio un nuevo giro al concepto de sinonimia que conviene conocer, pues se fundamenta en presupuestos comunicativos: dos elementos son sinónimos si contribuyen de la misma manera al "potencial perlocutivo" de las oraciones. Dicho de otro modo, si el receptor, a través de los dos, interpreta el mismo mensaje (no la misma intención, que esto derivaría del "potencial perlocutivo").
Un ejemplo que él propone es el de chivato e informador de la Policía. La restricción social que se deriva del valor peyorativo de chivato no afecta a lo que se dice, sino a cómo se dice. En resumen, lo que le interesa a la lingüística del texto es la posibilidad de la identidad referencial: habrá sinonimia si los dos textos se refieren a la misma porción de la realidad extralingüística.
Hemos elegido este tema porque creemos que es fuente de confusiones que se exteriorizan en errores de inadecuación de la palabra o la expresión al contexto verbal que la rodea. Tanto ella como yo hemos trabajado con palabras aisladas, no con expresiones o enunciados. Queremos dejar en claro que los rasgos de uso varían de una zona a otra, y son más difíciles de recoger en el diccionario.
Hemos preparado una información que consiste en una relación de parejas de términos que pueden calificarse de sinónimos, salvo que los separa un valor relativo a sus condiciones de uso.
1. El término estándar frente al correspondiente de un lenguaje científico o técnico. No juzgo necesario detenerse en ejemplos puesto que a pocos hablantes nativos les interesa saber que el ciempiés es la escolopendra.
2. Lo estándar frente al correspondiente de un lenguaje más o menos sectorial. El ámbito de la medicina proporciona oposiciones como: grano/ántrax; forúnculo; campanilla/úvula; sobaco/axila; diarrea/colitis. Si deseamos ampliar la zona sectorial a términos del mundo económico, social, laboral o político, que llenan las páginas del periódico o se oyen en la radio y en la televisión, podemos utilizar casos del tipo de: banco/escaño; llegada/meta; señal/cicatriz; dirección/serias; disco/semáforo; traslado/mudanza; ruina/bancarrota; corrección/enmienda. Es tarea del profesor mostrar con ejemplos tan contextualizados como desee que el término sectorial es semánticamente más restringido, el estándar más amplio y, por lo mismo, de aplicación más imprecisa.
3. El término estándar frente al correspondiente más culto: pelo/cabello; verano/estío; perro/can; cara, rostro/faz; beso/ósculo; deseo/apetencia; lujo/boato; suceso, acontecimiento/evento; agujero/orificio; muerte, defunción/óbito; barco/nave, buque.
4. Lo estándar, en uso, frente al correspondiente arcaizante. Puede que una de las palabras remita a algo que ya no existe: no hay mazmorras, pero si calabozos. Y no media mucho entre exilio y destierro por más que el segundo pensemos que es imposible usarlo. Si bien hay casos claros, luego la frontera se va haciendo imprecisa; los hablantes de español de zonas distantes entre sí, de zonas urbanas o de zonas rurales, mayores unos y adolescentes otros, no estarán necesariamente de acuerdo con mi propuesta, que es: exilio/destierro; equipaje/impedimenta; calabozo/ mazmorra; alabanza/loa, loor; aeropuerto/aeródromo; joya/alhaja; pendientes/zarcillos; pena/cuita; cubo/balde; lado/costado, flanco; cambio/trueque; cliente/parroquiano; estante/anaquel; anillo/sortija. Pero muchas discusiones quedarán zanjadas al consultar el diccionario de frecuencia de palabras españolas.
5. Pero lo estándar frente al correspondiente popular. El estándar resulta más neutro; el popular, más expresivo, ya debido a su carácter metafórico (encasquillarse), ya a una contundencia que redunda en una cierta peyoración (chantaje). El término calificado de "popular" no tiene una forma más fácil -me refiero a la reacción del extranjero-; cualquiera de las dos puede tener étimo latino, incluso ser un cultismo, como anticuado que, frente a antiguo, conserva la consonante sorda.

domingo, 19 de septiembre de 2010

COMPETENCIA LINGÜÍSTICA

El término competencia es derivado de “competente”, que fue incluido en los primeros trabajos de N. Chomsky sobre la “forma del lenguaje”. Es un concepto clave en su teoría ya que ésta es universal, independiente de cada lengua, y explica la habilidad humana para aprender la primera lengua. La teoría explica la competencia (competente), intuición consciente o no, del hablante nativo (su conocimiento de la lengua como hablante- oyente ideal).
La competencia es la realidad mental que respalda la ejecución (performance), el uso que el hablante hace de su lengua.
Pero, fue en 1955 que el lingüista rumano E. Coseriu lo formulara, explícitamente, en la teoría general del saber hablar, un modelo de competencia comunicativa, puesto que intentan dar cuenta de todos las subcompetencias, que según Coseriu un hablante debe dominar para "saber hablar".
A saber: "(...) dotar al alumnado de los recursos de expresión y comprensión, y de reflexión sobre los usos lingüísticos comunicativos, que le permitan una utilización de los diversos códigos lingüísticos y no lingüísticos disponibles en situaciones y contextos variados, con diferente grado de formalización o planificación en sus producciones orales y escritas ", como lo indican también Lomas, Osoro y Tusón,( 1993:14-15).
Las distinciones básicas que aporta Coseriu tienen su base en el saber intuitivo de cualquier hablante de cualquier lengua. Cualquier hablante, defiende el lingüista rumano, puede distinguir intuitivamente tres niveles en el lenguaje, que constituyen el saber hablar en cuanto conocimiento técnico del lenguaje: uno universal, otro histórico y otro individual. En palabras de Coseriu: "[.••] el lenguaje es una actividad humana universal que se realiza individualmente, pero siempre según técnicas históricamente determinadas ('lenguas')" (Coseriu 1981a: 269). Se trata, por tanto, de escalones del lenguaje en la medida en que se da una progresiva determinación del hablar. En un primer nivel todos los hombres adultos hablan, pero esta actividad se atiene a las normas históricas de una tradición idiomática de una comunidad determinada, es decir, siempre se habla en una lengua. Por último, esta actividad se realiza siempre individualmente, es decir, la actividad discursiva no es una actividad coral.
A cada escalón del lenguaje le corresponde una norma de "corrección" y, en consecuencia, un tipo de saber lingüístico en que se basa la actividad de cada nivel. De este modo, son tres los saberes lingüísticos por los que podemos enjuiciar si un texto está en conformidad o no con las normas de sus respectivos niveles del hablar.
La consideración del nivel universal y de los principios que rigen la actividad del hablar en este nivel es, pensamos, la aportación más llamativa de la teoría coseriana con respecto a otros modelos de competencia comunicativa. El hablar en general, es decir, la actividad de hablar considerada en el plano universal se realiza comúnmente de acuerdo a una técnica universal que puede llamarse saber elocucional.
Esta competencia lingüística general se refiere, pues, al hablar como tal, trasciende las lenguas particulares o, mejor, es anterior a ellas: es una competencia que impone restricciones y que exigimos espontáneamente al lenguaje en este nivel. Coseriu utiliza para denominar el criterio de corrección correspondiente a este nivel el de congruencia. De este modo, bajo el saber
elocucional un texto será congruente o incongruente según su conformidad o no con estas normas universales del hablar. Coseriu ha señalado, sin pretensión de exhaustividad, algunos de los principios que formarían parte del saber elocucional, como la exigencia de claridad, la coherencia, la no-contradicción, la no-tautología. No obstante, todos estos principios quedarían subsumidos en dos tipos de conocimiento: 1) los principios generales del pensar humano; 2) el conocimiento del mundo.
Con respecto al escalón idiomático, podemos juzgar un texto como correcto o incorrecto bajo el prisma de la corrección idiomática, es decir, se trata de ver si lo hablado corresponde o no a las normas de una tradición histórica del hablar.
Por fin, en el nivel individual, por lo que Coseriu denomina saber expresivo podemos juzgar un texto como adecuado o inadecuado. Coseriu ha diferenciado tres tipos de adecuación y así señala que lo adecuado corresponde a los diversos factores del hablar, de tal modo que con respecto al tema u objeto representado un texto puede ser adecuado inadecuada; en segundo lugar, será apropiado o inapropiado con respecto a los destinatarios; finalmente, hay que tener en cuenta las circunstancias concretas del hablar para ver si un texto es oportuno o inoportuno (Coseriu 1992:203-204).
La distinción de estos tres niveles es racionalmente necesaria porque a estos niveles corresponden tres tipos de contenido lingüístico. Al nivel universal le corresponde la designación, es decir, la referencia a la "realidad", a los estados de cosas reales o mentales. Al nivel idiomático le corresponde el significado o contenido de un signo en cuanto dado en una lengua que, como es sabido, puede isomórfico en otra lengua, puede ser parcialmente diferente o puede no existir en otras lenguas. Por fin, "el sentido es el contenido de un texto, es decir, lo que el texto expresa más allá (y a través) de la designación y el significado" (Coseriu 1981a:284).

REGISTROS IDIOMÁTICOS Y COMPETENCIA LINGÜÍSTICA

REGISTROS IDIOMÁTICOS Y COMPETENCIA LINGÜÍSTICA
Se denomina Registro al conjunto de características lingüísticas que resultan de la adaptación del uso de la lengua a una determinada situación comunicativa por parte de un hablante. Los registros son, por tanto, mecanismos que permiten la adecuación del discurso al contexto.
Se puede afirmar que cada persona tiene varios registros con los que se adapta a cada situación comunicativa concreta. Esta capacidad para usar las distintas modalidades expresivas, o registros, caracteriza y define a un hablante culto.
Multitud de situaciones requieren un registro propio: el de la vida familiar, el coloquial para comunicarnos con los demás, el de las relaciones profesionales, políticas, amorosas; también cambia de registro cuando narramos, describimos, argumentamos.
Aparece tanto en la lengua escrita como oral.
Léxico y variedades de la lengua. Las variedades de la lengua se dividen en:
-Diafásicas. Son las determinadas por la situación de comunicación: variante formal y variante coloquial.
-Diastráticas. Determinadas por el nivel sociocultural del hablante.
-Diatópicas. Son los dialectos existentes en los distintos territorios que comparten un mismo idioma.
Naturalmente, las tres variedades tienen una incidencia clara, no sólo en la fonética y la morfosintaxis, sino también en el vocabulario: fatigado/ hecho polvo; papel/documento (recibo, certificado...); caza/cacería.

CARACTERÍSTICAS LINGÜÍSTICAS de los tres registros a los que puede acudir un hablante en
función de estas variedades contextuales.
a). Código elaborado (nivel culto, formal…)
Este código se caracteriza por ser planificado, estable, uniforme, cuidado, de gran amplitud de recursos, lo que le permite afrontar cualquier situación comunicativa.
Si se trata de comunicación oral, en el plano fónico tiende a la pronunciación cuidada de todos los sonidos, aunque se da cierta relajación en algunas consonantes, como la -d- intervocálica en las terminaciones en -ado. También es habitual el yeísmo.
La acentuación de las palabras es siempre correcta y la entonación suele ser relajada, sin marcas enfáticas excesivas.
En el plano morfosintáctico hay, tanto en la expresión oral como en la escrita, una construcción cuidada de la frase, con abundantes nexos que matizan claramente las relaciones oracionales, lo que permite el uso frecuente del hipérbaton. La formación de femeninos y plurales, así como la concordancia de los diversos elementos oracionales, es habitualmente correcta. La cohesión entre los tiempos verbales de las oraciones compuestas, así como los del discurso general es siempre adecuada, Se suele prescindir de fórmulas de carácter expresivo o enfático, como aumentativos o diminutivos.
La amplitud del vocabulario es el rasgo más destacable del plano léxico semántico. Esto se manifiesta de forma notoria en una adjetivación variada, así como en la precisión semántica de todos los términos empleados, lo que lleva, en ocasiones, a la necesidad de incorporar neologismos y cultismos.

b). Registro común o familiar (normal, estándar, popular…)
Este registro tiene un grado menor de uniformidad que el nivel culto.
-En la modalidad coloquial (oral, dialogada) es más expresivo, menos rígido y posee gran cantidad de fórmulas para manifestar los estados afectivos.
-En la modalidad escrita es el modelo perseguido por los medios de comunicación dada su capacidad de llegar a gran número de lectores.
En el plano fónico utiliza una amplia diversidad de recursos paralingüísticos para mostrar la expresividad (dislocaciones del ritmo y la intensidad, refuerzo acentual ...). También se apoya en factores gestuales que permiten, en ciertos casos, algún sobreentendido en la formulación de las ideas.
En cuanto al plano morfosintáctico, se producen abundantes elipsis en la construcción de las frases si se trata de comunicación oral, así como algún caso de discordancia entre los componentes oracionales. Se prefiere la sintaxis simple, con oraciones cortas y escasas estructuras subordinadas; cuando éstas aparecen ofrecen gran simplicidad organizativa y siempre los mismos nexos relacionales. Se dan las reiteraciones, las construcciones pleonásticas para enfatizar la expresión de la aserción contenida en el mensaje (Lo construí con mis propias manos). La manifestación de la emotividad encuentra en las oraciones exclamativas su mejor instrumento.
En el nivel léxico-semántico, sobre todo en el plano coloquial, abusa de muletillas (bueno, entonces, pues), así como de frases hechas. Potencia el carácter expresivo de este registro la abundancia de comparaciones disparatadas (Más feo que Picio) o expresivas (Estoy hasta las narices), hipérboles (Eso está en los cerros de Úbeda), expresiones de carácter afectivo creadas con la utilización de superlativos, diminutivos, despectivos (¡Qué naricilla más mona!). En general, el léxico es limitado y, a veces, exiguo.
c). Habla vulgar
El habla vulgar es un código restringido: pobre, repetitivo, rutinario y cargado de incorrecciones lingüísticas. Su uso es en la comunicación oral.
Aparece en escasos escritos: notas breves, avisos o cartas familiares, en las que no se respetan las convenciones del uso escrito (normas ortográficas, construcción sintáctica... También se encuentra - muy poco frecuente-, como forma de caracterización de personajes y situaciones, en obras literarias y textos periodísticos del tipo de reportajes o crónicas).
En el plano fónico: articulaciones exageradas u omitidas, fuertes altibajos en las curvas de entonación para expresar emotividad y, en general, un elevado volumen de voz. Frecuentes incorrecciones: desplazamientos acentuales (*telégrama, *périto, *carácteres), vacilación en la pronunciación de hiatos, diptongos y vocales átonas (*Juaquín, *carnecería), relajación o pérdida de las consonantes d, r, n -*pa (para), *na (nada), *tiés (tienes)-, confusión de b-g (*abuja, *agüelo), relajación o pérdida de la -s final de sílaba o de palabra, contracción de preposiciones y artículos (*p' al); apócope de los pronombres me, te, se ante vocal (*m'ha dicho).
En el plano morfósintáctico: La repetición de las mismas conjunciones y nexos conjuntivos (y, que, de lo cual, cuando), la utilización abundante de interjecciones, frases interjectivas y construcciones de valor impersonal (¿Cómo van las cosas?; ¿Qué se le va a hacer?) Las incorrecciones más frecuentes son:
• adición de la s en la 2ª persona del pretérito perfecto simple (*hicistes), alteraciones de género y número (*el amoto, *el mismo agua), dequeísmo (Pienso de que está mal eso), discordancias (*Cada persona tenemos que cooperar), laísmo, loísmo y leísmo (*La he dado un regalo), construcción incorrecta de los pronombres átonos me, te, se (*Me se ha caído), construcciones verbales analógicas (*andé, *frego, *haiga) y errores diversos en el uso de las formas verbales en las proposiciones subordinadas (*Si tendría dinero iría al cine; *Se saltó el semáforo atropellando a un peatón); concordancia del verbo y del complemento directo en impersonales (*Habían muchos espectadores).
En el plano léxico-semántico: vocabulario muy reducido, desconocimiento de sinónimos y abuso de las palabras baúl (cosa, hacer, tener, eso, asunto, tema, problemática... ) Las incorrecciones más frecuentes son:
• confusión de significados (perjuicio-prejuicio; emitido-omitido, cápsula-clásula), errores en los sufijos (inalterable-inalterado) o sufijación inadecuada (*dominancia, *detallación, *adjetivizado) y, por último, el abuso de muletillas o expresiones vacías de contenido (¡hombre!, ¿vale?, ¿no?, ¡venga!, pues, bueno,).


LENGUAJE Y PENSAMIENTO

El problema de las relaciones entre lenguaje y pensamiento existe desde la antigüedad. Al parecer, los discípulos de Aristóteles no distinguían entre lógica y gramática. Pero hoy, se enfocan en dos puntos de vistas: uno teórico y otro empírico. En lo teórico, por un lado, se afirma que el lenguaje y el pensamiento son una sola realidad, un proceso único. Por otro, anota que son dos realidades diferentes, de forma que el lenguaje viene a ser la materialización del pensamiento.
Sin embargo, lo empírico se sustenta que, en los datos de la Psicología del desarrollo.
Pese a las investigaciones realizadas durante décadas, no se sabe con certeza cuándo y cómo nació el lenguaje, esa facultad que el hombre tiene para comunicarse con sus semejantes, valiéndose de un sistema formado por el conjunto de signos lingüísticos y sus relaciones.
Existen diversas posiciones en lo referente a las relaciones entre lenguaje y pensamiento:
a) El monismo lenguaje-pensamiento, defendido por Humboldt, Marx y los filósofos materialistas, Saussure y Malmberg. Señalan la dependencia del pensamiento respecto del lenguaje, en lo relativo a su desarrollo y elaboración. Indican que pensar es siempre pensar en una lengua determinada. Esta concepción ha sido estudiado por la Psicología del desarrollo, en la que se basan los monistas para argumentar que la humanización es un proceso social mediante el cual recibimos los medios para autoafirmarnos; el principal de los medios es el lenguaje. Así pues, el desarrollo del pensamiento humano se debe a las influencias culturales, cuyo medio de transmisión es el lenguaje.
b) EL dualismo lenguaje-pensamiento sustentado por Platón, Aristóteles y los representantes de la Ilustración y el Idealismo. Indican que el lenguaje y el pensamiento son procesos independientes. Para algunos lingüistas, como Buyssens, el pensamiento tiene primacía sobre el lenguaje, que el pensamiento es el que toma la iniciativa en el empleo de la lengua como medio de comunicación. Buyssens sostiene que la lengua impone límites a la comunicación, por lo que hay conocimientos individuales inexpresables, y que el pensamiento influye sobre la lengua modificándola.
Pero desde un enfoque antropológico y etnológico, es indudable que el lenguaje articulado constituye una de las manifestaciones características que separan al hombre de los otros seres que nos acompañan en este planeta. Éstos últimos expresan y comunican sus sensaciones por medios instintivos, pero no hablan, a diferencia de los seres dotados de conciencia. Por consiguiente, si debiéramos que añadir un sexto sentido a los cinco tradicionales, sin duda, esta sería el habla, ya que la lengua, además de servir para el sentido del gusto y otras funciones cotidianas, tiene la aplicación de emitir sonidos articulados, una particularidad que nos diferencia de los animales inferiores con los que compartimos: vista, oído, tacto, olfato y gusto.
Sobre la adquisición del lenguaje, hay diversas teorías. Noam Chomsky -lingüista, filósofo, activista y analista político estadounidense, fundador de la gramática generativo-transformacional- enfoca el papel que desempeñan la mente y la experiencia de los sentidos en la adquisición del conocimiento. Para él, los principios por los cuales la mente adquiere el conocimiento son innatos. Asevera que los seres humanos estamos dotados de una forma innata de una capacidad para formar ciertos conceptos. Los niños poseen de modo innato una gramática universal. La adquisición del lenguaje se produce cuando la gramática universal entra en contacto con la experiencia lingüística y evoluciona hacia una gramática particular. Así pues, señala que somos capaces de comprender y de expresar un número infinito de enunciados nuevos, por lo que el lenguaje es una actividad creadora.
A su vez, Jean Piaget -psicólogo, filósofo y biólogo suizo que estudió con atención la inteligencia de los niños- concibe la construcción de la inteligencia como un proceso que sigue las mismas leyes de funcionamiento que permiten a los seres vivos mantenerse en equilibrio con su medio. Según él, el conocimiento es el resultado de la interacción entre la dotación inicial con la que nacen los seres humanos y su actividad transformadora del entorno, es decir, se trata de un proceso de creación y no de repetición. Piaget no acepta la posibilidad de un desarrollo lingüístico independiente del cognitivo.
La Escuela Rusa, representada por Lev Semiónovich Vygotsky, psicólogo bielorruso y destacado teórico de la Psicología del desarrollo, destaca el papel del adulto en la construcción individual del conocimiento en el niño. Parte de lo que el niño es capaz de hacer -lo llama zona de desarrollo actual- y explica cómo con ayuda de otro avanza hacia una zona de desarrollo potencial. Los límites de lo que el niño consigue realizar con la mediación del adulto demarcan la zona de desarrollo próximo. El desarrollo del lenguaje parte de lo social, para progresivamente hacerse interno y convertirse en pensamiento.
En la lingüística, como en otras ciencias, hay posiciones marcadas entre el empirismo y el nativismo. El nativismo sostiene que la capacidad de ver, oír, pensar y hablar son actos innatos o genéticos. Mientras que los empiristas, a la cabeza de los behavioristas o conductistas, anotan que el niño aprende a hablar porque imita a los adultos -sobre todo a la madre- y porque tiene necesidad de manifestar sus necesidades y deseos. Para ellos, el niño aprende el idioma de la misma manera que otras destrezas físicas y mentales. Es decir, mediante la llamada "conducta operante", que está determinada por la influencia de factores externos o adquiridos y no así por medio de factores innatos o genéticos.
Los empiristas están convencidos de que el niño aprende a articular y combinar sonidos, los nativistas y los psicólogos del Gestalt, que rechazan categóricamente la teoría de que el entorno social sea el único factor determinante en el desarrollo idiomático, creen que el habla es un don biológico con el cual nacen los humanos, y que la experiencia cognitiva es apenas un estímulo para su desarrollo posterior. El psicólogo Arnold Gesell, a diferencia de John B. Watson y Brurrhus Skinner, sostiene la concepción de que gran parte del desarrollo lingüístico del individuo está determinado por factores de maduración interna, y no por las simples influencias del entorno social.
Para él, el hombre en el curso de la evolución desarrolla tres habilidades de representación:
1.- La representación enactiva, que consiste en representar cosas mediante la reacción inmediata de la persona. Este tipo de representación ocurre sobre todo en los primeros años de vida. Bruner la ha relacionado con la etapa preoperativa de Piaget.
2.- Representación icónica: consiste en representar cosas mediante una imagen o esquema espacial independiente de la acción. La elección de la imagen no es arbitraria. Equivale a la etapa de operaciones concretas de Piaget.
3.- Representación simbólica: consiste en representar una cosa mediante un símbolo arbitrario que en su forma no guarda relación con la cosa representada. Equivale a la etapa de operaciones formales de Piaget.
Las tres teorías fundamentales que responden a la pregunta de si primero está el lenguaje o el pensamiento se sintetizan así:
La teoría de: "el lenguaje está antes que el pensamiento" plantea que el idioma influye o determina la capacidad mental (pensamiento). En esta corriente lingüística incide la "gramática generativa" de Noam Chomsky, para quien existe un mecanismo idiomático innato, que hace suponer que el pensamiento se desarrolla como consecuencia del desarrollo idiomático. Por lo tanto, si se considera que el lenguaje es un estado interior del cerebro del hablante, independiente de otros elementos adquiridos del entorno social, entonces es fácil suponer que primero está el lenguaje y después el pensamiento; más todavía, si se parte del criterio de que el lenguaje acelera nuestra actividad teórica, intelectual y nuestras funciones psíquicas superiores (percepción, memoria, pensamiento, etc).
La teoría de: "el pensamiento está antes que el lenguaje" sostiene que la capacidad de pensar influye en el idioma. No en vano René Descartes acuñó la frase: "primero pienso, luego existo". Algunos psicolingüistas sostienen que el lenguaje se desarrolla a partir del pensamiento, por cuanto no es casual que se diga: "Una psiquis debidamente desarrollada da un idioma efectivo". En esta corriente lingüística esta la llamada "The cognition hypothesis" (La hipótesis cognitiva), cuya teoría se resume en el concepto de que el "pensamiento está antes que el lenguaje". Pero quizás uno de sus mayores representantes sea Jean Piaget, para quien el pensamiento se produce de la acción, y que el lenguaje es una más de las formas de liberar el pensamiento de la acción. Indica que el grado de asimilación del lenguaje por parte del niño, y también el grado de significación y utilidad que reporte el lenguaje a su actividad mental depende hasta cierto punto de las acciones mentales que desempeñe; es decir, que depende de que el niño piense con preconceptos, operaciones concretas u operaciones formales. (Richmond, P. G., "Introducción a Piaget", 1981, pág. 139).
Para la "teoría simultánea" tanto el lenguaje como el pensamiento están ligados entre sí. Esta teoría fue dada a conocer por el psicólogo ruso L.S. Vigotsky, quien explicaba que el pensamiento y el lenguaje se desarrollaban en una interrelación dialéctica, aunque considera que las estructuras del habla se convierten en estructuras básicas del pensamiento, así como la conciencia del individuo es primordialmente lingüística, debido al significado que tiene el lenguaje o la actividad lingüística en la realización de las funciones psíquicas superiores del hombre.
CONSULTA: Gutiérrez, A.P.: Lenguaje y pensamiento, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, abril 2009, www.eumed.net/rev/cccss/04/apgg.htm.
LENGUAJE Y PENSAMIENTO
http://www.psicopedagogia.com/articulos/?articulo=343